Contexto

El 16 de Octubre nos juntamos unos seis personas de diferentes ámbitos de activismo, como podemos, feminismo, sindicalismo… y alguna sin mucho recorrido para reflexionar sobre como plantear una acción noviolenta que realmente transforme la realidad.

El punto de partida fue la idea de que una acción bien hecha es como una pieza de arte: cada parte bien estudiada para que el completo genere el efecto deseado. Entre muchas cosas esto implica que la acción sea entrenada, comprensible, adaptado al contexto concreto, dialogante… que tenga todo un planteamiento inteligente detrás.

Otro elemento importante para pensar una acción es que una acción puntual tiene un impacto muy limitado, y que cualquier grupo que realmente quiere plantearse una transformación por lo menos debe pensar en una campaña entera, dentro de cual cada acción representa a un paso hacia adelante.

Durante el taller hicimos un ejercicio práctico de reflexión sobre la realidad a base de estatuas para practicar como pensar para la acción a base de un buen análisis de la realidad. La inquietud común del grupo que descubrimos fue “el auge de la extrema derecha”, así que investigamos este tema. Hicimos algunos descubrimientos interesantes que quiero compartir aquí con vosotras.

Análisis practico: Las actitudes ante la extrema derecha

Después de un calentamiento el grupo creó una imagen que representaba las diferentes actitudes que hay en la sociedad Española actual ante la extrema derecha.

Cómo se ve en la imagen, la extrema derecha tiene dos personajes que le apoyan. Por un lado está el votante, que está encantado y que tiene cierta actitud sumisa. El segundo personaje está detrás, escondiéndose detrás del partido.

Por el otro lado el grupo puso tres personajes lejanos a la extrema derecha. Uno que se enfrenta directamente al partido en actitud combativa, otro que remarca que no le gusta, pero que tampoco interviene y un tercero que da la espalda y mira a su móvil, sin interés por el tema.

Aquí la imagen completa:

Hay muchos aspectos interesantes que se podrían analizar a partir de aquí.

A nosotras nos dio tiempo a entrar en dos aspectos.

Primero profundizamos sobre el comentario de un compañero acerca del personaje que rechaza a la extrema derecha sin ser activa: “Por lo menos no pasa del tema”. Pusimos los tres personajes lejanos uno al lado del otro: la indiferente, la que dice que no, la que está en actitud combativa. Desde ahí analizamos que la evaluación de la actitud de rechazo depende de cuál fue su estado anterior. Si antes era indiferente es un avance, si antes era combativa es un paso para atrás. Se lanzó la pregunta: “¿En qué dirección evolucionan las personas que hay en estos sectores? ¿La tendencia es hacia estar más combativo o más indiferente?” El grupo respondió que la tendencia en la mayoría de las personas es hacia más indiferencia. Ahí dimos con un problema fundamental en las luchas actuales: Hay una tendencia a menos implicación, algo que hace muy difícil que cualquier lucha tenga un éxito, independiente del tema o de las razones que tenga. Solo si logramos invertir esta tendencia es posible que tengamos impacto.

Después pusimos la estatua que representa a la derecha enfrentado a la que estaba en actitud combativa.

Primero preguntamos al personaje que rechazaba a la derecha como veía a estos dos. “Esto no me gusta nada”, respondió señalando a la derecha, “pero esto tampoco me convence”, apunta señalando al personaje en actitud combativa. Una participante reflexionó que este rechazo podía venir porque ambas estaban “en la misma actitud”.

Aquí se queda en evidencia otro problema de muchas luchas: la actitud y la reacción que genera en los demás, una actitud equivocada hace más daño que bien a nuestra causa – independiente de cuanta razón tengamos.

En este significado pensar una acción noviolenta bien hecha implica que aumente la simpatía de otros por nuestra causa y nuestro colectivo. Es fundamental que entremos en una lógica de crecimiento si queremos que nuestra lucha llegue a buen puerto.

Pensar la campaña

A partir de este análisis se abre el camino.

Los siguientes pasos serían: definir también en estatua una imagen ideal que nos permite definir entre todas hacia donde queremos transformar la situación.

Luego se empezaría a trabajar sobre el siguiente paso. Tocaría desarrollar una estrategia para transformar esta imagen de actitudes: ¿A qué personaje nos dirigimos primero? ¿Qué acción convendría en este momento para transformar su actitud? Luego se entrena una acción, se le lleva a cabo, se revisa su resultado y vuelta a empezar.

En este juego entre análisis, acción y revisión colectiva el grupo empezaría su camino de transformación.

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